Lo Delta!!
El Delta de l’Ebre atraviesa mi mundo profundo. Con sus ritmos, su movimiento y su olor proyecta en mi sus paisajes caleidoscópicos. En sus humedales, es plantado año tras año el arroz, el cual crece, se desarrolla y culmina, a pesar de inclemencias climáticas o plagas de insectos. Con el, mi percepción de la vida crece y me hace sentir en el aquí, en el ahora.
Me recuerda a mí ante cada reto que me acontece, primero lo asimilo, luego lo estudio y confronto con mis principios más básicos, para así, hacerlo mío. Es entonces cuando puedo abordarlo. Pincelada sobre pincelada, mis colores y composiciones tratan de traducir este milagro del Delta en cada momento.
Cuando me encierro en mi estudio para pintar, extiendo las telas en la pared, les doy primeras capas diferenciando cada zona de la composición, para después dejarme llevar a golpe de colores con el recuerdo de mis melodías internas. Cuando la materia del óleo esta al dente, es cuando empiezo a cantar colores. Llenos y vacíos se pelean para dar cuerpo y vibraciones.